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Foto: ecoaula.eleconomista.es |
“Considero que sería un paso atrás”.
“Yo, en cambio, estoy a favor: ya no
habrá discriminación entre los alumnos/as por como van vestidos/as, ni se
pelearán porque llevan o no llevan ropa de marca”.
En primer lugar, no estoy tan seguro
sobre el hecho que ya no habrá discriminación: seguirá habiendo el niño o la
niña que siempre lleva el uniforme impecable y aquel que lo lleva sucio, roto o
de una talla inadecuada. Y sin duda, fuera de la escuela, seguirá habiendo
discriminación y la cuestión de las marcas.
En cambio, con los uniformes,
evitamos enfrentarnos a este problema en la escuela y perdemos la oportunidad
para tratarlo, hablar de ello y hacer reflexionar a las chicas y chicos, de la
edad que sean.
En la base del dilema está siempre la
misma cuestión: si pensamos que la escuela sirve para aprender a leer y a
escribir, a manejar los números, a conocer hechos históricos, etc., en
definitiva, que su función se reduce al saber, pues mejor evitar que un tema
ajeno e inoportuno como la ropa interfiera en el trabajo del aula. Pero si
consideramos que la escuela debería enseñar no sólo a saber, sino también a
opinar y a saber vivir, entonces no deberíamos desaprovechar ninguna
oportunidad para crear debates y espacios de reflexión sobre los problemas del
día a día. Y entre ellos, claro que sí, está incluido el tema de la ropa que
llevamos, que va relacionado con la influencia de la televisión, con el
consumismo, con el medio ambiente, con las desigualdades sociales.
Un debate en el aula sobre este
argumento puede hacerse en cualquier momento a partir de conflictos o preguntas
que surjan espontáneamente de los alumnos. De aquí podrían nacer proyectos
globales interesantes para profundizar en torno a la publicidad o al origen de
la ropa y de los materiales que se utilizan.
Otra posibilidad es la de incluir en
la programación un proyecto que permita tratar este tema. Un ejemplo concreto
-que se llevará a cabo en la Escuela Andorrana en el ciclo superior de primaria
a partir del próximo curso- es un proyecto de investigación sobre la evolución
de la ropa en el tiempo, es decir, como se vestía la gente en diferentes épocas
históricas (y bien podría hacerse en diferentes culturas y Países en la actualidad).
El proyecto se acabará con un “desfile histórico”.
En llevar a cabo un proyecto como
este no hay que perder de vista que la finalidad no es que los niños sepan
detalladamente cómo se vestían, por ejemplo, los franceses en el ‘700 (contenidos
factuales), sino que se den cuenta que el concepto de “vestirse bien” es muy
relativo. Que una ropa no vale más porque sale en la tele o porque la lleva más
gente y que si queremos vestirnos todos/as iguales acabaremos pareciéndonos a
un rebaño de ovejas. Cada uno/a de nosotros/as es diferente, es único y es
tanto más inteligente cuanto más piensa con su cabeza y no se deja influenciar
por la publicidad o por lo que dicen, hacen o piensan los demás. Es un concepto
muy sencillo al cual los niños y niñas, incluso pequeños/as, pueden llegar
solos/as a través de la búsqueda, la reflexión personal y de grupo y el debate
colectivo.